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3 Estrategias Transformadoras para Superar el Síndrome del Impostor (y Cualquier Otra Cosa...)



A veces, cuando escribo, me siento como una impostora. Dudo de mí misma. Me surgen con pensamientos repentinos como "¿Acaso soy una buena escritora?" o "¿Quién va a leer esto de todos modos?". Durante un año, fui muy estricta respecto a la escritura, escribiendo un artículo cada semana. Sin embargo, últimamente he sido más relajada con esta regla auto impuesta, permitiendo que mi escritura sea más orgánica y espontánea. En lugar de tratarla como otra tarea en mi lista de pendientes, la he abrazado como un arte.


Después de un par de semanas sin escribir, por primera vez conscientemente, extrañé escribir y sentí la pérdida. Extrañaba expresar mi voz, contribuir con la humanidad a través de mis palabras. Este sentimiento de extrañar el acto de expresarme a través de la escritura me confirma que definitivamente no soy una impostora. ¿Por qué lo sería? ¡Si absolutamente me encanta hacerlo! Es apasionante y lo ha sido durante mucho, mucho tiempo. Sin embargo, durante la mayor parte de ese tiempo, mi ego estaba a cargo, y tenía pensamientos de que no era lo suficientemente talentosa para ser escritora y que nadie querría leer lo que escribía. Mucha negatividad y poco compartir mi escritura surgieron de ser controlada por mi ego.


Ahora puedo ver claramente cómo muchas de mis desgracias (en mi vida adulta) eran simples colaterales de mi vida siendo dirigida por mi ego. Perseguí los sueños equivocados y me metía el pie cada vez que algo me salía bien, asegurándome de no sentirme demasiado cómoda en el éxito, por si acaso fracasaba y lo perdía. Estaba condicionada para derrumbarme cada vez que alcanzaba nuevas alturas. Todo esto debido a mi programación, a lo que me era familiar.


He estado en esta increíble búsqueda hacia una carrera exitosa como coach y maestra de mindset, como facilitadora de sanación a través de la hipnoterapia, como speaker, escritora y creadora de contenido. Estoy trabajando para alcanzar un nuevo nivel de riqueza. Estoy creando un ambiente familiar amoroso y respetuoso en mis roles de esposa y mamá. Esos son mis sueños y metas actuales. Estoy activamente persiguiéndolos, subiendo peldaños, saboreando el proceso, disfrutando del viaje, aprendiendo mucho y creciendo a pasos cuánticos.


Nunca, ni por un segundo, he dejado de ser estudiante. Ese es un título eterno que llevaré: una estudiante de la Tierra, de la vida y del amor universal apasionada, comprometida, curiosa, humilde y feliz. En mi experiencia de aprendizaje más reciente, en una sesión en vivo con uno de mis maestros favoritos, Mike Dooley, aprendí las cosas más increíbles.


Recibí tres consejos perfectos para este momento, tres nuevas perspectivas sobre la vida y cómo vivir, y tres (espero, fáciles) pasos para continuar mi despertar espiritual y la elevación de mi conciencia. Quiero compartirlos contigo:


1.     Lo que está EN el camino, ES el camino. Imagina que estás meditando en silencio, y de repente un pájaro comienza a cantar. Podrías intentar ignorar al pájaro, resistiendo su presencia para mantener tu estado meditativo en silencio. Si lo haces, te enfocarás más en el pájaro y menos en tu meditación. ¿Y si el pájaro, que parece estar en el camino, es en realidad el camino? Reconoce al pájaro como un elemento necesario para tu meditación en ese momento.


2.     Encuentra la neutralidad. Como humanos, estamos cableados hacia las polaridades, todo lo vemos y lo vivimos desde la dualidad siempre eligiendo un lado y juzgando. Explora cómo se siente estar en conciencia en el punto medio entre las polaridades. Si alguien hace algo y te sientes inclinado/a a juzgar, intenta ver su dolor. Comprende qué les impulsa a actuar de esa manera desde una perspectiva neutral. Aléjate de las polaridades. Mantente en el medio.


3.     Estar en un estado de alegría tanto tiempo como sea posible y no te juzgues cuando no estés ahí. Muévete de la mente al corazón. Usa la afirmación "Sé quién soy" para regresar a tu centro. Enfócate en lo que te trae alegría ahora. No hay nada que hacer, nada que probar, nada que necesites tener para elegir estar en un estado de alegría. Vivir en un estado de alegría es la mejor contribución que puedes dar a la humanidad.

Me parecieron tres enseñanzas muy poderosas y comencé a practicarlas de inmediato. Es increíble lo rápido que vi los beneficios. Más de una vez en las últimas 24 horas, sentí la necesidad de juzgar a alguien o algo y discutirlo con mi esposo. Me abstuve, sabiendo que eso me llevaría a una polaridad, lo que quería evitar, y me bajaría de la alegría. Nunca es alegre criticar a otros o hablar mal de algo o alguien.

Esta mañana, mientras dejaba a mi hija en la escuela, sentí un sentimiento familiar acercándose, llenándome suavemente de tristeza y lágrimas. Por primera vez en no sé cuánto tiempo, vi este sentimiento como parte del camino en lugar de estar estorbando en el camino. Todavía no estoy segura de lo que eso significa, pero fue mucho más fácil dejarlo ir sin resistencia. Lo reconocí, dejé que estuviera allí y luego lo dejé ir, pensando que si está allí, debe haber una razón, y no hay nada malo en que esté allí. No hay nada que resistir o de lo que intentar escapar, y definitivamente no es algo por lo que dejarme absorber.


De camino a casa, estaba escuchando un audiolibro, "The Big Leap", y el autor hablaba de lo común que es no permitirnos alcanzar nuestra Zona de Genio porque no podemos soportar largos períodos de éxito y buenos sentimientos. Me intrigó y fascinó inmediatamente el tema, y las ideas comenzaron a fluir en mi mente. Surgió un fuerte deseo de escribir mi artículo semanal, y entonces pensé en el síndrome del impostor.


En lugar de caer en el mismo agujero de siempre que surgen estos pensamientos, elegí abordarlos con las tres lecciones que acababa de aprender:

1.     Si el síndrome del impostor está en el camino, entonces es el camino. ¿Qué está haciendo por mí en este momento? Me dio la idea de escribir sobre él para mi artículo semanal.
2.     Aléjate de la polaridad. No juzgues si has escrito o no, si tus artículos son buenos o malos, si alguien los lee o no. Mantén la neutralidad. ¿Cuál es el hecho? Me encanta escribir, así que lo haré. Olvida todo lo demás.
3.     Estar en alegría. Y vaya que si me siento alegre ahora mismo. Llegué a casa, hice ejercicio, medité, me bañé, desayuné y, para las 11:00 am, ya estaba escribiendo. Me encanta escribir; me trae mucha alegría.

Elegir aplicar lo que aprendí demostró ser extremadamente beneficioso rápidamente. Vi tan claro como el agua el drama que evité al no juzgarme a mí misma y a los demás y el tiempo que ahorré al no regocijarme en emociones negativas. Las conversaciones con mi esposo fueron mucho más placenteras y constructivas, y mantuve el enfoque durante todo el día en las cosas que me traen alegría sintiéndome por lo tanto, alegre en todo momento.


Espero que estas tres nuevas y poderosas enseñanzas, estas nuevas filosofías de vida que planeo integrar en mi vida, también te ayuden de alguna manera. Cuando escribo, mi intención siempre es inspirar, ayudar, elevar y difundir amor.


Por favor, siéntete libre de compartir y comentar.


Mucho amor. 🥰

 

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