top of page
Buscar

Cuando la Duda Te Sigue Como Sombra



Quizás te ha pasado que te encuentras a ti mismo mirando el reloj de la vida y preguntándote, "¿y mi momento cuándo?". Si alguna vez has sentido que, pese a hacer todo "correcto", el universo parece llevar un reto atrasado contigo, te entiendo. Yo también he estado ahí, en ese limbo de incertidumbre donde el tic-tac se burla de mi paciencia.

 

Vivimos en un mundo donde el tiempo parece ser el juez final de nuestros éxitos y fracasos. Pero, ¿qué pasa cuando los logros no llegan en el tiempo que habíamos presupuestado? ¿Es un indicador de fracaso o estamos simplemente aprendiendo la virtud de la paciencia?

 

Como alguien que vive en el filo de las expectativas y la realidad, he pasado por ese carrusel de dudas más veces de las que puedo contar. Actualmente, me encuentro en una fase profesional donde estoy lista para despegar, para impactar la vida de millones con mi pasión y mi mensaje. Pero, en este instante, esos millones son solo unas decenas. Los 'likes' vienen de mi círculo cercano y los asistentes a mis cursos se pueden contar con los dedos de una mano.
 Quiero ser esa maestra, esa guía, ese coach que yo misma hubiera deseado tener. Y creo firmemente que mi travesía, mi constante búsqueda de conocimiento y mi dedicación de más de 3.5 años, tienen mucho que ofrecer. ¿Pero cómo mantener la fe cuando el eco de tus palabras parece perderse en el vacío?

 La clave está en mirar hacia atrás, no para quedarse en el pasado, sino para reconocer el progreso. Así que cuando la duda me asalta, me hago tres preguntas sencillas:

 

1. ¿Estoy mejor que ayer?
2. ¿He avanzado más que hace un mes?
3. ¿Soy una versión más sabia que la de hace un año?

Estas preguntas son mi ancla, la prueba de que, aunque los resultados no sean inmediatos, estoy en el camino correcto. Porque, al final del día, no se trata de cuánto hemos alcanzado, sino de cuánto hemos crecido.

Soltar el control no es tarea fácil; es un arte que practico diariamente. Confianza y fe son las compañeras que invito a mi mesa cuando la impaciencia quiere devorar el banquete antes de tiempo.

 Y a ti, querido lector, que tal vez te encuentres en una encrucijada similar, preguntándote "¿cuándo se cumplirán mis metas?", te ofrezco este pensamiento: El proceso, aunque invisible a veces, está en marcha. No siempre podemos controlar el 'cuándo', pero podemos manejar el 'cómo' vivimos mientras tanto.

 

En este viaje, optemos por contar la historia que mejor nos haga sentir, la que nos recuerda que estamos haciendo lo correcto, aunque los aplausos todavía no resuenen en el teatro de nuestros sueños.

Recuerda, el éxito no siempre se mide por la cosecha que recogemos, sino por las semillas que plantamos y cómo las regamos cada día. Así que, mientras esperamos, ¿por qué no disfrutar del sol y confiar en que la lluvia vendrá a su tiempo. 

Confiemos en el proceso, en nuestra capacidad y en la certeza de que lo que es para nosotros, encontrará su camino, no por la fuerza, sino por la naturaleza de quien está alineado con su propósito. Y cuando llegue ese momento, estaremos listos para recibirlo, no porque controlamos el tiempo, sino porque supimos vivirlo.

 

Hasta entonces, te invito a hacer una pausa, a respirar y a preguntarte: ¿Estás viviendo tu proceso con amor y paciencia? Porque, al final, eso es lo que realmente cuenta.

 

Por lo pronto, con fe y paciencia, desde mi camino hacia el tuyo te mando un fuerte abrazo y un cordial Shalom.


0 comentarios

Comments


No te pierdas ningún artículo, suscríbete...

¡Gracias por suscribirte! Estoy segura que te vas a divertir...

bottom of page