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"El reflejo: Descubriendo mis heridas a través de mis relaciones más cercanas".



Desde que inicié en este proceso de sanación, he acudido a diferentes tipos de terapias y he leído numerosos libros que, de una forma u otra, me explicaban que lo que me molestaba de los demás era en realidad algo que me incomodaba en mí misma. Según ellos, los demás simplemente me estaban reflejando aquello que no me gustaba de mí, de manera que si criticaba a alguien, en realidad estaba criticando algo que también criticaba de mí misma. Y por múltiples razones y ejemplos que me sucedían, esto siempre me resultó coherente.


Sin embargo, ha habido situaciones o experiencias en las que ciertas reacciones en otras personas, especialmente las más cercanas como mi familia, mis padres, hermanos, pareja e incluso mi hija, no encajaban en esa idea de que lo que me molestaba de ellos era algo que también me molestaba de mí. A pesar de que intentaba demostrármelo, simplemente no lograba encontrar esa conexión.


Finalmente, durante una sesión de constelaciones familiares con mi pareja, pude comprenderlo. Me explicaron de una manera que tuvo mucho más sentido y que se volvió mucho más real para mí. Resulta que todo aquello que me molesta en los demás, que me provoca reacciones intensas, en realidad está tocando una herida en mí, una herida de mi infancia que inconscientemente me recuerda a esa niña de 5, 6 o 7 años, herida y sin poder sanar, que enfrentó situaciones dolorosas causadas por personas cercanas y queridas.


Es cierto que todos nuestros problemas actuales, en realidad, se originan en el pasado, en nuestra infancia. Cuando somos pequeños, interpretamos el mundo con nuestra escasa experiencia y la lógica propia de un niño, todo ello para poder sobrevivir. Una niña pequeña no puede comprender que cuando sus padres no están satisfechos con ella, no expresan su amor, no le prestan atención o no la hacen sentir segura, no tiene nada que ver con ella, sino todo que ver con ellos. Una niña simplemente no puede entenderlo y, además, no le conviene darse cuenta de que sus padres no pueden proporcionarle lo que necesita, por lo que la opción más "lógica" y "segura" es pensar que ella es el problema. Estas heridas se desarrollan a lo largo del tiempo y, además, permanecen en el subconsciente, lo cual nos lleva a tener muchos problemas en la vida adulta, ya que atribuimos ese dolor inconsciente a la situación tangible que acabamos de vivir con determinada persona.


Si retrocedo aún más en el tiempo, con la sabiduría, comprensión y compasión que tengo hoy en día, puedo ver que tampoco es que era culpa de mis padres comportarse como lo hicieron. Lo que sucede es que eso era y de cierto modo todavía es familiar y conocido para ellos y para mí y lo familiar se siente más seguro. Nuestras mentes siempre tienden hacia lo que es conocido.


La buena noticia es que hoy estoy aquí, trabajando en mí misma, junto a mis padres y hermanos, junto a mi pareja y mi hija, para sanar esas heridas y lograr que lo familiar y conocido se vuelva desconocido, permitiendo que el amor, la paciencia, la compasión, la aceptación, la comprensión y la calma se vuelvan lo familiar. Hoy estamos sanando nuestras heridas de la infancia. Esa es la tarea en la que estamos inmersos y que nunca terminará. A partir de ahí, podemos crear lienzos en blanco para las generaciones futuras, sin cargas y con herramientas positivas, con una mente conectada de forma adecuada. Hoy le estamos dando una nueva definición a lo “familiar”.


Y así, esto se convierte en una herramienta práctica que me permite cambiar mi perspectiva cada vez que reacciono a algo o alguien. En lugar de enfocarme únicamente en sus acciones, ahora me pregunto: "¿Qué herida está siendo activada?" Comprendo que la verdadera iluminación proviene de dirigir mi enfoque hacia mi interior, en lugar de hacia los demás.


Por poder vivir todo esto, por poder transformar mi vida mientras cada integrante de mi familia transforma la suya y así transformamos nuestra dinámica familiar, me siento profundamente afortunada y agradecida, y desde la paz que me brinda estar aquí sintiendo esto, comparto mi experiencia. A través de mi vulnerabilidad, expongo mi verdad para que otros puedan impactar sus vidas de la misma manera que lo he hecho yo, y como lo hemos hecho juntos como familia. Porque sí es posible y necesario romper patrones, nos debemos a nosotros mismos, ya que venimos a este mundo para triunfar, prosperar, ser felices y disfrutar.


Con eso en mente, los dejo para ir a prosperar…👊🏻, espero hagan lo mismo ✌🏼


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